Don't worry darling, el 1984 de nuestra generación

Don’t worry darling - una reseña

La película dirigida por Olivia Wilde cuenta la historia de Alice, una ama de casa que vive en un lugar al que llaman “proyecto Victoria”, propiedad de la empresa para la que trabaja su marido, Jack. Alice vive aparentemente una vida ideal, un marido que la ama, amigas divertidas y una casa perfecta, pero pronto se da cuenta de que algo no va bien. 

Harry Styles y Florence Pugh en el rodaje de Don't worry darling.

Este thriller psicológico que se estrenó el día 23 del mes pasado en nuestro país es protagonizado por Florence Pugh, actriz nominada al Oscar, en el papel de Alice.

En este largometraje, su personaje va en busca de lo desconocido con ansia de averiguar la verdad sobre algo que le causa paranoia y por el camino descubre una mentira que cambia su manera de ver las cosas. Florence Pugh hace un papel estelar, llena la escena en todas los cortes en los que se encuentra, te introduce en la historia de manera que Alice parezca real, puedes sentir su dolor y su angustia durante toda la película. 

Florence Pugh en su papel de Alice Warren.

En los personajes secundarios se pueden destacar a Olivia Wilde, en su papel de Bunny y a Gemma Chan, en su papel de Shelley. Ambas por motivos muy distintos se encuentran atrapadas dentro de la historia, pero son muy conscientes de lo que las rodea. Olivia Wilde hace un gran trabajo interpretando a una madre, ama de casa, que por encima de todo quiere proteger a Alice y a su familia, su idea de la vida perfecta. Gemma Chan resulta fría y calculadora, justo lo necesario para hacer a su personaje más preocupante y vengativa cuando la situación lo requiere. 

Olivia Wilde, directora y actriz en Don't worry darling.

Además de los actores, la música y la escenografía son cruciales, producen una sensación de suspense hasta el final, en el que la música se relaja y la historia finaliza, dejando al espectador clavado en su asiento.  

Teniendo en cuenta todos estos factores, esta película merece la pena. Es entretenida, sorprendente y a su vez preocupante. Trata temas muy variados que en la superficie pueden no llegar a notarse, pero después de reflexionar resultan muy importantes para la historia.