Los investigadores del instituto Leopoldo detectaron la semana pasada un nuevo tipo de agujero negro a partir de varias desapariciones de material de una clase.
En una clase del instituto hubo muchísimas desapariciones de bolígrafos y lápices para aparecer más tarde en el estuche de un compañero, al que llamaremos P. para no revelar su completa identidad.
“El otro jueves encontré incluso mi calculadora”, dice un compañero del señor P.
En ese momento nuestros investigadores realizaron su estudio y llegaron a la conclusión de que, en efecto, el estuche de nuestro señor P. no era otra cosa que un nuevo tipo de agujero negro.
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