Hay varias adaptaciones cinematográficas de la fantástica novela de Charlotte Brönte. Yo me centraré en comparar la obra con la película más reciente (de 2011), ya que creo que es la más conocida.
Primero, querría empezar dando mi opinión acerca de la novela: maravillosa e increíble.
Me ha sencillamente encantado la forma de escribir de la autora y la historia me ha atrapado al completo.
Otro de los aspectos a señalar de Jane Eyre es que no es la típica novela romántica, básicamente un culebrón, y tiene mucha más base, por así decirlo: lo más destacable es el fondo reivindicador de la capacidad de las mujeres a ser independientes y la presentación no sólo de una protagonista femenina, sino de una que no se calla sus opiniones o pensamientos y no siente la necesidad de ser vulnerable y afable simplemente por ser mujer; pero, además, en la narración, está presente un tema completamente distinto a los mencionados y que da un aire más frío, oscuro y tenebroso a la historia, y que puede llegar a hacer al lector sentir un leve temor o desconfianza (en una ocasión, me quedé leyendo hasta muy tarde y, cuando abandoné la lectura porque se me cerraban los ojos, acababa de terminar un capítulo prácticamente dedicado a la explicación de este asunto que he mencionado. El resultado de esto fue el siguiente: me resultó imposible dormir o cerrar los ojos sin abrirlos tremendamente atemorizada, aunque tuviera un sueño terrible, y tuve que confirmar que no fuera la única persona despierta en la casa en ese momento, o de otra manera hubiera sido incapaz a dormirme).
Con respecto a la película, he de decir que, si la hubiese visto sin haber leído la novela o que era una adaptación cinematográfica de esta, me hubiera parecido una película preciosa y me hubiera encantado.
En este caso, yo había leído la novela y había sido maravillada por ella, además, había terminado la lectura ese mismo día por lo que la tenía bastante fresca (había estado leyendo los dos días previos, también) y todos los detalles de esta, incluyéndose descripciones físicas y de carácter, del mismo modo. Por ello, puede ser que me percatara más fácilmente de los cambios, aunque creo que son bastante notables.
Para empezar, la distribución de la película es distinta a la de la novela: la primera podría decirse que comienza "in media res" (comienza en un momento y desde entonces, con breves regresos al presente de ese tiempo, avanza hasta este mismo), en cambio, la novela es, básicamente, una biografía (que narra desde la infancia de Jane hasta el momento en que ella está escribiendo la historia).
Otro detalle es la eliminación de numerosas escenas e interlocuciones de la novela que o directamente no se escribieron en el guion o se eliminaron en la edición final de la película. Entre ellas, mi escena favorita (cosa que no perdonaré en la vida), más bien, mi conversación favorita, porque la escena está ahí, pero no se dicen la mitad de las cosas (incluyendo la que me hizo gritar de la emoción) y se mezclan dos noches en una, eliminando de paso otra intervención.
Además, a la señora Fairfax se le otorgan conversaciones que no le correspondían a ella si no al dueño de una posada (entiendo que haya sido para ahorrar contratar a otro actor) al final de la película. No sólo esto, sino que también se le atribuye el decirle unas cosas (muy cariñosas) a Jane que entiendo se hace para reconstruir la figura del personaje por otras cosas que le dice previamente a la protagonista (no tan cariñosas y llenas de prejuicios, lo que supongo que fue escrito por la autora para mostrar esos convencionalismos típicos de la época).
Al final de la película, en vez de eliminar escenas sueltas se decidió suprimir, básicamente, los dos últimos capítulos al completo.
Al escribir el guion, las personas encargadas de ello (desconozco de quién o quiénes se trata), además de eliminar escenas decidieron eliminar también personajes. Entre ellos, la única maestra buena del colegio, la señorita Temple, (en realidad, más que maestra es la directora/administradora) en el que estudia durante seis años y trabaja otros dos Jane Eyre; y una mujer llamada Rosamond Oliver que, aunque no hace avanzar o retroceder la trama, a mí me parece necesaria para demostrar un hecho de la narración y no dar lugar a ideas equivocadas.
A parte de todo esto, también eliminan algún hecho del que no me parece que se pueda prescindir, cómo explicar la relación entre la protagonista y la familia Rivers. El por qué no lo sé, pero he de decir que no quiero saberlo, porque la razón que me imagino (al igual que el eliminar a Rosamond Oliver) es darle a Jane Eyre un sentido completamente contrario y que creo que contradice las intenciones de Charlotte Brönte al escribir la novela.
Pasamos de eliminar cosas de la trama a pasarlas por alto, como se hace con muchas descripciones físicas.
Por dar algún ejemplo, en el libro se describe al señor Rochester como un hombre feo (no voy a entrar a mis gustos personales que hacen que una persona me resulte atractiva, pero no creo que el actor elegido para desempeñar el papel sea feo) y de ojos negros, muy oscuros. Pues bien, el actor que interpreta al señor Rochester tiene los ojos azules: maravilloso, ¿verdad?
El otro fallo que me gustaría destacar tiene que ver en este caso con John Rivers, ya que en la novela Jane lo describe como "un hombre arrogante, alto, delgado, rubio, con ojos azules y un perfil griego", de "facciones perfectas" y se le llega a comparar con Apolo; no quiero que parezca como que estoy criticando al actor que interpreta a John Rivers, Jamie Bell, o a su físico, y creo que es un fantástico intérprete, pero no aparenta muy alto y en internet dice que mide 1.70 metros. Además, yo, (entiendo que esto es más bien una opinión personal y que puede haber personas que no estén de acuerdo conmigo) no diría que tiene un perfil griego o lo compararía con Apolo.
Hay muchos más cambios a la hora de adaptar el guion y no todos ellos me han disgustado: por ejemplo, el señor Rochester llama a Jane en numerosas ocasiones cosas como "queridita" o "hadita" y he de reconocer que, a mí, personalmente, no me gustan demasiado esos apodos.
Por esa razón cuando en una escena él en vez de decirle "Buenas noches, queridita" le dice "Buenas noches, amor mío" tengo que decir que sentí una profunda alegría: tanto porque me encanta que la llame "amor mío" y me parece precioso, como porque no dijera "queridita". Tengo una teoría de mis propias opiniones y es que no me gustan estas maneras de llamar a Jane porque me recuerdan la diferencia de edad existente entre ella y Edward.
Para finalizar, querría repetir que la película en sí me pareció preciosa y muy buena, pero es a la hora de compararla con la novela cuando deja mucho que desear.
También me gustaría recordar que este artículo es una opinión personal y, por tanto, no tiene por qué coincidir con lo que otra persona piense acerca de la adaptación o la película en sí. Por ello, invito a que si alguna persona no está de acuerdo conmigo lo comente en los comentarios, ya que siempre está bien un intercambio de ideas (respetuoso, obviamente).
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